6.6.07

BOMBARDEOS EN LA COSTA ORIENTAL INGLESA. DOGGER BANK. LOS SUMERGIBLES ALEMANES HASTA EL CASO DEL" LUSITANIA"

Después de un compás de espera de varios meses la flota alemana emprendió sus primeros actos agresivos señalando las localidades inglesas de Yarmouth, Scarborough y Hartlepool como objetivos para posibles cañoneos. La "Hochseeflotte" atacó Yarmouth el 3 de noviembre.

El 15 de diciembre de 1914 la 1ª división alemana de cruceros de batalla ( " Seydlitz" , "Moltke", "Derfflinger" y " Von der Tann", con el añadido del crucero acorazado "Blücher" ) zarpó de Wilhemshaven al mando de F. Von Hipper en dirección a la orilla opuesta del mar del Norte, adonde recaló en medio de un tiempo tempestuoso. El bombardeo de las ciudades comenzó a las 8.00 horas del 16 de diciembre y se prolongó durante 150 minutos, dañando las instalaciones portuarias ( muelles, talleres de maquinaria, etc ) y causando algunos daños en los barrios residenciales que produjeron 122 muertos y 400 heridos civiles. La relevancia del acto estuvo, mas que en los leves efectos materiales, en la explotación propagandística del incidente por los dos bandos: los británicos exagerando su "atrocidad" al causar víctimas civiles, los alemanes subrayando la simbólica vulnerabilidad del territorio costero británico, a pesar de la cacaraeada superioridad naval de Albión. FOTO. EL CRUCERO DE BATALLA "VON DER TANN "

Otro aspecto trascendente ( pero encubierto ) de la operación estaba relacionado con un objetivo mas ambicioso, ya que los navíos de Von Hipper debían servir de cebo para atraer a parte de la flota británica, y con la cobertura del grueso de la "Hochseeflotte", destruirla, disminuyendo así la preponderancia inglesa en buques de guerra. Pero la timorata retirada ordenada por el almirante Von Ingenohl, al mando de la escuadra de acorazados alemanes, que también había zarpado siguiendo a la fuerza de Von Hipper, estropeó la oportunidad. En realidad la idea del cebo era innecesaria: los ingleses conocían el sistema de códigos navales de sus enemigos gracias a la captura de los mismos realizada por los rusos en agosto de 1914, cuando estos lograron apoderarse del embarrancado crucero alemán "Magdeburg" en la costa báltica rusa. El importante hallazgo fue transferido al almirantazgo londinense que inmediatamente lo empleó para interceptar las comunicaciones por radio y descubrir los planes enemigos. Solo una serie de casualidades y el mal tiempo impidieron a los buques pesados ingleses interceptar a los alemanes aquel 16 de diciembre.

En cambio, en enero de 1915 los datos recabados en el "Magdeburg" darían sus frutos. Algo tranquilizado respecto a las posibilidades de su marina, Guillermo II cursó una directiva el 11 de enero que daba mayor libertad de acción a la Escuadra de Alta Mar. La tarde del 23 de enero la flotilla de cruceros de batalla de Von Hipper nuevamente se hizo a la mar con el propósito de aniquilar a las unidades ligeras inglesas que patrullaban el sector pesquero del Dogger Bank, entre Holanda y la región inglesa de Anglia Oriental. Desgraciadamente para Von Hipper y sus hombres los ingleses interceptaron y descifraron un radio con instrucciones sobre la salida. El mismo día 23 zarparon de Rosyth, en Escocia, la 1º y 2º escuadra de cruceros de batalla al mando de Beatty, el héroe de Heligoland. FOTO. EL ALMIRANTE BRITANICO BEATTY


La mañana del 24 de enero los cruceros ligeros que escoltaban a ambas agrupaciones rivales entraron en contacto; prudentemente Von Hipper ordenó una inversión de rumbo al advertir que el efecto sorpresa se había ido al traste. En el combate de persecución que se entabló inmediatamente, con una neta superioridad inglesa de cinco a tres en cruceros de batalla sin contar la desproporción de destructores, los navíos de Beatty abrieron fuego a 20 kilómetros de distancia a las 8.52 horas, y centraron en poco tiempo al mas lento ( 23 nudos de velocidad máxima ) y retrasado de los buques alemanes, el crucero acorazado "Blücher". Por añadidura, a las 9.40 recibió el crucero de batalla "Seydlitz" un demoledor impacto de calibre 343 mm que provocó un terrorífico incendio ( en parte debido a un error de diseño en la separación interna de los compartimentos de las torres de artillería ) que causó 159 muertos e hizo caer a bordo la velocidad solo 21 nudos.

El desgraciado "Blücher" fue demolido por una catarata de proyectiles de alto explosivo, y a las 10.30 su velocidad cayó a 17 nudos , sentenciándolo al quedar en manos de sus perseguidores. Peor suerte hubieran podido correr los alemanes, porque el ya tocado"Seydlitz", ahora en la cola de la formación ( el "Blücher" había virado al norte ) encajó una serie de impactos que inutilizaron casi toda su artillería pesada. Sin embargo, un error en la interpretación de las órdenes de Beatty, cuyo buque insignia , el "Lion", estaba averiado y en retaguardia, hizo que todos los cruceros de batalla persiguieran al "Blücher", dando de este modo un respiro a sus apurados contrapartes germanos, que forzaron máquinas y se escabulleron entre sus campos de minas defensivos, llegando finalmente a puerto a las 16.30 horas.

El solitario "Blücher" fue triturado a corta distancia por el fuego combinado de los ingleses, aunque se defendió valientemente hasta el último instante; a las 12.07 zozobró arrastrando consigo a la mayor parte de su dotación. El exasperado Beatty intento reanudar la persecución de los derrotados cruceros de batalla alemanes, pero como hemos visto, estos se habían puesto a salvo.

 MAPA. TRAYECTORIA DE LAS ESCUADRAS EN EL COMBATE DE DOGGER BANK

En total, en la batalla de Dogger Bank perecieron 954 alemanes, 80 fueron heridos y 85 terminaron prisioneros, por solamente 13 muertos y 30 heridos de sus rivales. Un satisfecho W. Churchill declararía semanas después ante el Parlamento: " Este combate entre los mejores buques de ambas Marinas, por la luz que arroja sobre el sistema de diseño y armamento y la relativa eficacia artillera, tiene un significado y valor inmensos. Es la primera prueba que hemos tenido(...) ante todo vindica, hasta cierto punto, las teorias de diseño, y especialmente del armamento con grandes piezas, siempre preconizadas por Lord Fisher. El alcance de los cañones ingleses se ha revelado superior al de los alemanes(...) El cañón de 343 mm no tiene igual en ninguna otra arma utilizada hasta el presente. Ahora disponemos del de 381 mm, con el que serán armados los cinco "Queen Elizabeth" y los cinco "Royal Sovereigns". Este cañón iguala en calidad al de 343 mm y es mucho más potente y destructivo". Ciertamente, Churchill sobrevaloraba  fanfarrónamente los méritos de la Grand Fleet, como se vería año y medio después .

Tras los aislados hundimientos de cargueros aliados a cargo de submarinos durante 1914, el jefe de Estado Mayor de la marina alemana, Von Pohl, previa consulta con el gobierno de Berlín, declaró el 4 de febrero de 1915 zona de guerra las aguas circundantes a las islas británicas, con el propósito de lanzar una campaña submarina sin restricciones. Pero existían dos escollos: los escasos efectivos del arma submarina en relación con la dimensión de la empresa, y la actitud de los neutrales que traficaban con Inglaterra, especialmente el mas poderoso de ellos, EE.UU.

Inmediatamente disponibles solo existían 23 sumergibles de autonomía oceánica y contando con los relevos y el tiempo de desplazamiento hacía los sectores de acecho solamente un total de nueve unidades estarían continuamente en primera línea. En marzo de 1915 los submarinos alemanes hundieron 80.700 toneladas de mercantes aliados y neutrales, 55.700 en abril y 120.000 en mayo.

 Esta prometedora opción de dañar decisívamente el comercio de Gran Bretaña se vio empañada por el grave incidente acaecido el 7 de mayo, cuando el trasatlántico inglés "Lusitania", de 31.550 toneladas, recibió un torpedo mientras navegaba al sur de Irlanda, disparado por el submarino U-20 comandado por Walter Schwieger. Debido a la rapidez del naufragio ( 18 minutos ) se produjo un elevado número de víctimas, 1.198, de las cuales 135 eran ciudadanos norteamericanos. FOTO. EL COMANDANTE DEL U-20, WALTER SCHWIEGER.





Las palabras del propio Schwieger, que moriría en acción en 1917, sirven para ilustrar este acontecimiento, y en general las disposiciones de acecho de los submarinos: " Estábamos cerca del canal de San Jorge; había mar gruesa. Una espesa niebla nos dejaba pocas esperanzas de poder atacar barco alguno, y con semejante tiempo, un torpedero podía venírsenos encima antes de que nos diésemos cuenta. Nos sumergimos, y una hora y media más tarde oí el ruido de unas hélices que no podían ser de ningún torpedero. Subí a 10 metros de profundidad para echar un vistazo por el periscopio; un gran crucero acorazado acababa de pasar sobre nosotros a gran velocidad (...) vine a la superficie y continué nuestro viaje. Poco después avisté un verdadero bosque de palos y chimeneas (...) más tarde vi que se trataba de un gran vapor que venía hacía nosotros, y me sumergí con la esperanza de poder atacarlo.
Al llegar a unas 4 kilómetros de nosotros cambió de rumbo (...) el vapor cambiaba otra vez de rumbo, poniendo la proa exactamente donde nosotros nos encontrábamos. Ya habíamos lanzado nuestros últimos torpedos y sólo nos quedaban dos de bronce, viejos y menos seguros. Estaría el vapor a unos 400 metros cuando hice fuego; el torpedo dio en el blanco, produciendo una pequeña explosión, seguida inmediatamente por otra mucho más fuerte. El oficial estaba a mi lado y le dejé el periscopio; después de una rápida ojeada exclamó: ¡ Dios mío! ¡ Si es el Lusitania!

Volví a ponerme al periscopio; el buque se hundía con increíble rapidez y en cubierta reinaba una confusión enorme. Los botes salvavidas, muy sobrecargados y arriados sin las debidas precauciones, daban la voltereta al llegar a la superficie del mar. Gentes enloquecidas corrían por todas partes; hombres y mujeres se arrojaban por la borda y trataban de izarse a los botes

A continuación Schwieger suspendió su patrulla y regresó a Wilhelmshaven.

El colérico gobierno norteamericano hizo llegar una nota al alemán el 14 de mayo exigiéndole medidas para acabar con hechos "tan contrarios a las leyes de la guerra". La prensa de los neutrales, azuzada por las agencias de noticias británicas, clamaba contra los "bárbaros métodos" de la campaña submarina. Viéndose acuciados por la furia de Washington, a partir del 6 de junio se cursaron varias medidas secretas en las que se prohibía torpedear a los buques de pasaje y a los barcos de bandera neutral, aunque los navíos Aliados enarbolaban muchas veces ilegítimamente esas banderas para camuflarse.

DOCUMENTO DE APOYO: BALANCE  Y  RAZONES DE LA SUSPENSIÓN DE LA CAMPAÑA SUBMARINA EN 1915, SEGÚN VON FALKENHAYN

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