27.10.19

CONTINUA LA OFENSIVA DE LOS 100 DÍAS: MOSA-ARGONNE



Una vez completada la reducción del saliente de Saint Mihiel los norteamericanos centraron su atención en la vecina región del Argonne para disponer un ataque orientado hacia Sedán y el ferrocarril que abastecía a los alemanes de la zona. Mientras el 1º ejército norteamericano hacía sus preparativos, varias acciones de diversión fueron ejecutadas para tratar de desorientar al Alto Mando Alemán, haciéndole creer que el siguiente movimiento estaría dirigido contra Metz o el sur de Alsacia.

El Argonne estaba custodiado por divisiones incompletas del III y V ejércitos alemanes pertenecientes al Grupo de Ejércitos de Gallwitz. El terreno abrupto, en cambio, las favorecía en su papel defensivo. Las fortificaciones, después de cuatro años de ocupación, estaban bien diseñadas aunque su mantenimiento no había sido concienzudo al ser hasta entonces un segmento relativamente tranquilo. Justo detrás se alzaban tres barreras inacabadas: la Ekkehard, Giselher y el tramo oriental de la línea Hunding: la Kriemhild (Crimilda), totalizando 16 kilómetros de profundidad.

La línea Hunding había sido originalmente ideada para contener posibles acciones francesas contra el flanco sur del saliente de Noyon y los parajes de la Champaña. La parte más occidental de la línea fue individualizada con el nombre de Brunhild (Brunilda) y la más oriental, que recorría Champaña y el Argonne, como Kriemhild (Crimilda). Sus trabajos se iniciaron en marzo de 1917, a un ritmo lento en comparación con los emprendidos en las líneas más septentrionales de Flandes, Wotan y Sigfrido, puesto que se percibía al ejército francés como menos amenazador y porque el terreno boscoso y de colinas ofrecía de manera natural más abrigo a las tropas alemanas.


                      FOTO. FACHADA DE UNO DE LOS BUNKERS ALEMANES QUE PROTEGÍAN LA LÍNEA KRIEMHILD (CRIMILDA)

La llamada ofensiva del Mosa-Argonne dio comienzo el 26 de septiembre cuando el 1º ejército norteamericano, secundado por algunas unidades francesas, atacó a lo largo de 30 kilómetros desde Forges hasta el bosque de Argonne. El asalto fue frenado en seco por los defensores alemanes, que infligieron fuertes pérdidas al 1º ejército, pero los norteamericanos  hicieron valer  su ventaja numérica e insistieron en sus actuaciones. Los carros ligeros FT Renault fueron utilizados pródigamente, tanto los de los batallones norteamericanos 343º y 345º como los carros de tres batallones franceses de apoyo. Hacia el 3 de octubre finalizó la primera fase de la operación.

Tras tres semanas de cruenta lucha el 1º ejército de Hunter Liggert alcanzó por fin la línea Kriemhild, con un tiempo cada vez más tormentoso, el 14 de octubre. Sobre las alturas de Romagne, sobre la que pasaba la línea Kriemhild convergieron tres divisiones estadounidenses. El punto más sólido estaba en el vértice Dame Marie, una cresta asegurada por reductos que contenían cientos de ametralladoras, apoyados por artillería. La penetración, planeada como un envolvimiento doble acompañado por un ataque frontal de diversión por el centro, se alargó durante cuatro durísimos días de enfrentamientos, con pérdidas importantes para todos los contendientes. Los alemanes terminaron cediendo y se retiraron en demanda de la proyectada pero casi inexistente línea Freya.

Mientras el 2º ejército de Robert E. Brullard empujaba hacia el noreste entre el Mosa y el Mosela. De nuevo la llegada de refuerzos alemanes ralentizó los progresos y hacia el 31 de octubre concluyó la segunda fase de la operación. Tras un descanso, una tercera fase se pondría en marcha en noviembre.