11.8.14

SINGLADURA DESESPERADA DE LOS SUBMARINOS ALEMANES. INCURSIONES NAVALES EN TORNO A LA COSTA BELGA



 A pesar de su fracaso en cortar las líneas marítimas de los Aliados en la campaña de 1917, las tripulaciones de los submarinos del II Reich se mostraban decididas a seguir contribuyendo en la medida de sus posibilidades al esfuerzo bélico en 1918. El número de sumergibles disponibles a principios de año era de 132. Una leve disminución respecto a los 140 unidades existentes en otoño de 1917, debido a las bajas crecientes que superaban el ritmo de nuevas incorporaciones.

La cantidad de tonelaje cobrado en enero de 1918 decayó hasta las 295.000 toneladas con 160 hundimientos. La contrapartida fue la pérdida de la siguiente serie de submarinos: el U-95 de Athalwin Prinz en el canal de la Mancha , el UB-69 de Alfred Klatt cerca de Bizerta, el UB-66 de Fritz Wernicke en el Egeo, el UB-22 de Karl Wacker en un campo de minas cerca de Helgoland, el U-93 de Helmut Gerlach en el canal de la Mancha, el U-109 de Oscar Rey en el estrecho de Calais, el U-84 de Walter Röhr en el canal de San Jorge a manos de  un cazasubmarinos, el UB-35 de Karl Stöter destruido por las cargas de profundidad de un destructor en el estrecho de Calais, y el UB-63 de Rudolf Gebeschus desaparecido en área desconocida mientras  transitaba hacia Irlanda.


FOTO. HELMUT GERLACH, COMANDANTE DEL U-93, DESAPARECIDO EN ENERO DE 1918 CON TODA SU TRIPULACIÓN EN EL CANAL DE LA MANCHA.


En febrero y marzo hubo una ligera recuperación en la estadística de hundimientos, con 335.000 toneladas en 138 barcos, y 368.746 toneladas en 190 mercantes, respectivamente. Hubo algunos hundimientos espectaculares como el del transatlántico reconvertido en crucero auxiliar "Calgarian", de 18.500 toneladas en el canal del Norte a manos del vetusto U-19 del experto comandante Spiess, pero estos  triunfos eran cada vez más aislados. Y las pérdidas propias de los peces de acero se acumulaban. En febrero todavía fueron moderadas, con el UC-50 del capitán Rudi Seuffer, el UB-38 de Gunther Bachmann, el U-89 de Wilhelm Bauck. Pero en marzo la cifra subió a 5 bajas: el UB-58 de Werner Lowe, el UB-17 de Alfred Bransheid, el UB-54 de Erich Hetch, el U-110 de Karl Kroll y el U-61 de Viktor Dieckemann. El UC-48 de Helmuth Lorenz  fue seriamente averiado en la costa normanda por un destructor británico y un yate armado norteamericano ( muestra de la decisiva cooperación de EE.UU en la lucha antisubmarina ) y tuvo que buscar refugio en el puerto español de El Ferrol, donde fue internada su tripulación.

La flota de superficie alemana ya solamente podía  respaldar el esfuerzo del arma submarina. Sus posibilidades de entablar un enfrentamiento convencional estaban empeorando. En noviembre  de 1917 el nivel del compromiso naval norteamericano con Londres se hizo notar con la decisión aprobada por el secretario de marina Josephus  Daniels a petición de su  agregado en la capital británica, el  almirante Sims, de trasladar  la 9º división de acorazados de la Flota del Atlántico desde Virginia a Scapa Flow. La división estaba compuesta por los dreadnought Delaware, Florida, Wyoming y New York, mandada por el contralmirante Hugh Rodman. Aparte de fortalecer a la Grand Fleet,  dirigida ahora  por Beatty, esto permitió  a los ingleses jubilar varios de sus predreadnought y destinar a sus avezadas tripulaciones a los innumerables pequeños escoltas que seguían entrando en servicio.

Estos  crecientes refuerzos enemigos hacían todavía más arriesgadas las hipotéticas salidas de la Hochseeflotte, y aparte de la defensa pasiva del litoral propio, su única utilidad restante eran las misiones de apoyo. Una de las medidas emprendidas por los Aliados contra la amenaza submarina era el  cerrar en lo posible la salida de las bases alemanas con una enorme campaña de minado en el Mar del Norte, y con un aumento de  la efectividad de las patrulleros, minas y redes de  la denominada  "Dover Patrol", que custodiaba el paso de Calais, la ruta más directa al canal de la Mancha y el Atlántico.

Puesto que este barraje aumentaba considerablemente su eficacia de semana en semana, cortando virtualmente el estrecho de Calais al paso de  los submarinos y obligándolos a una larga ruta rodeando las islas Británicas para llegar a sus zonas asignadas, tomó cuerpo la idea de que buques alemanes descargaran un golpe contra dicha barrera. En la noche del 14 al 15 de febrero de 1918 una fuerza de 7 destructores modernos al mando del capitán de corbeta Heinecke y del capitán Kolbe partió hacia el banco de Sandettie y a las 1.00 cayó  por sorpresa sobre los barcos de vigilancia, hundiendo 7 "parejas"  y un "bou", y averiando a otros seis patrulleros. Los destructores británicos y franceses de las cercanías tardaron en reaccionar o lo hicieron confusamente, temiendo abrir "fuego amigo" sobre navíos propios. A pesar del éxito relativo de la incursión, la barrera siguió operando y cumpliendo su labor de bloquear el tránsito a los submarinos.

Una operación parecida, aunque dirigida contra los puertos de Dunkerque  y Nieuport, fue emprendida por 15 destructores y torpederos alemanes  adscritos a la flotilla de Flandes en la noche del 20 al 21 de marzo. Fueron descubiertos por destructores y monitores Aliados, y en una serie de confusos encuentros nocturnos fueron hundidos los torpederos germanos A19 y A7, y  un destructor inglés  dañado seriamente por "fuego amigo".

Tampoco los Aliados permanecieron ajenos a la estrategia de golpes de mano en el vital sector al suroeste del Mar del Norte.  El Contralmirante Roger Keyes, un personaje con buenas conexiones políticas y un estilo exhuberante estaba al frente de la Dover Patrol desde el 28 de diciembre de 1917. Fiel a su estilo espectacular diseñó un esquema para neutralizar los puertos belgas en manos alemanas. Pretendía hundir cinco cruceros anticuados cargados de cemento en los canales de acceso a Brujas del Mar ( Zeebrugge ) y Ostende, para  impedir la salida de los submarinos que los usaban como base. Aparte de los cruceros destinados al "sacrificio" ( "Iphigenia"," Intrepid", "Thetis", "Brilliant", "Sirius" )  fueron reunidas multitud de lanchas torpederas y antisubmarinas, además del apoyo del grueso de la Dover Patrol, con el propio Keyes embarcado en un destructor. La flota partió a las 18.00 horas del 22 de abril, posicionándose a 25  kilómetros de Brujas del Mar, el blanco principal a las 23.30 horas. A las 00.10 concluyó la maniobra de aproximación. El fuego empezó a las 00.20 horas del 23 de abril. El  veterano crucero "Vindictive", adaptado con pasarelas y armamento extra para la ocasión  se encargó  a las 1.00 horas de desembarcar un contingente de asalto formado por 600 voluntarios en el largo rompeolas curvo que resguardaba  el canal de acceso al puerto. En ese espigón estaban situadas una base de hidroaviones y baterías de costa con seis cañones de 100 y 150 mm. aparte de piezas menores. En los minutos siguientes estalló una formidable barahunda, enmarcada por los proyectiles iluminantes, los haces de los reflectores y por las nubes de las cortinas de humo. A las 1.26 horas el submarino británico C3 se empotró y explotó deliberadamente contra el viaducto metálico que unía el rompeolas a tierra firme, para impedir la llegada de refuerzos a la guarnición  del espigón, que ahora luchaban ferozmente contra los infantes de marina ingleses. Da una idea de la intensidad del choque que el capitán de navío Halahang, jefe del contingente desembarcado, muriese enseguida, al igual que el capitán Harrison, que le había sucedido al mando.

 Entretanto, a la 1.20 horas los cruceros navegaban  hacia la entrada para colocarse lateralmente y autohundirse en la mejor postura posible.  El "Thetis", enganchado en las redes antisubmarinas  y alcanzado por el fuego de las baterías alemanas del espigón, no pudo situarse y zozobró antes de llegar a su puesto. El "Intrepid" y el "Iphigenia" lograron entrar hasta el canal de acceso y atravesarse parcialmente antes de ser autohundidos, evacuándose a duras penas a los tripulantes mediante lanchas.  A las 2.00 horas el acribillado "Vindictive" recogió a los supervivientes de la batalla del muelle. El destructor " North Star" fue alcanzado y hundido en el proceso. La agrupación que paralelamente debía bloquear Ostende estuvo mucho menos fina, y hostigada por la artillería enemiga  se desvió de la apropiada ruta y acabó embarrancando sus dos cruceros a más de un kilómetro del objetivo. El 9 de mayo hubo otra intentona de bloquear Ostende con un operativo parecido a los anteriores,  en coordinación esta vez con un ataque aéreo de la recién fundada RAF. Volvió a fracasar, de nuevo por la intensidad del fuego adversario.

Pese a que los resultados fueron  mediocres, porque los submarinos germanos  al poco tiempo pudieron reanudar el paso a  Brujas del Mar ( con precauciones para esquivar los pecios ) lo cierto es que la operación fue saludada como una gesta atrevida y tuvo un elevado impacto moral en la opinión pública británica, azuzada por el sensacionalismo de los periódicos y la elocuencia de Keyes y sus ayudantes.

Las expediciones de los submarinos alemanes en la primavera de 1918 engrosaron sus  registros de caza con  unas magras 300.000 toneladas de 134 barcos en abril, y 296.000  toneladas de139 navíos en el mes de mayo. Era evidente que los procedimientos de escolta en los convoyes estaban  volviendose cada vez más eficaces. Asimismo los perfeccionados campos de minas aliados resultaban  letales. Las pérdidas de los U-boote en abril abarcaban al UB-33 de Friederich Gregor,  al UB-82 de Walter G. Becker, al UC-79 de Alfred Krameyer, al UB-55 de Ralph Wenninger, al U-104 de Kurt Bernis y al UB-85 de Gunther Krech. En mayo se produjo un dramático revés para el arma submarina del II Reich: fueron destruidos nada menos que 14 submarinos y otros 2  tuvieron que ser internados en España. La amplia lista comprendía el  UB-31 de Wilhelm Braun, el UC-78 de de Hans Kukat, el UB-70 de de Johannes Remy, el U-32 de Kurt Albrecht, el UB-78 de Arthur Stosberg, el UB-16 de Vicco von der Lühe, el U-154 de H. Gercke; el  caso del U-103 del as Klaus Rücker fue especialmente lamentable porque resultó destruido cuando intentaba torpedear al enorme "Olympic" ( 46.000 toneladas ), gemelo del famoso "Titanic", y que dedicado al transporte de tropas navegaba con una fuerte escolta de destructores norteamericanos. La lista la completaban el UB-72 de Friederich Trager, el UC-35 de Hans Korsch, el UB-52 de Otto Launburg, el UB-74 de Ernst Steindorff, el UB-119 de Walter Kolbe y el UC-75 de Walter Schmitz. Las dos unidades internadas en España fueron  el U-39 de Heinrich Metzger refugiado en Cartagena el 18 de mayo, después de ser dañado por hidroaviones franceses, y el UC-56 de Wilhelm Kiesewetter en Santander el 24 de mayo, por averías irreparables en sus motores.