23.6.07

GALLIPOLI ( I )

Custodiando la orilla europea de los Dardanelos se encuentra Gallipolí, una península alargada de características típicamente mediterráneas: abrupta, aunque sin altitudes espectaculares, con una costa donde se alternan los acantilados con pequeñas calas , y en las zonas bajas, playas arenosas mas anchas. La vegetación esta formada por matorral denso y xerófilo , y aquí y allá, arboles aislados o bosquecillos de pinos, restos de la antigua deforestación humana. Los inviernos frescos van dando paso a primaveras lluviosas que culminan en veranos secos y cálidos.

Este apacible paraje fue escenario el 25 de abril de 1915 del desembarco anglofrancés que pretendía forzar el paso de los Dardanelos. Anteriormente los Aliados habían tratado de ejecutar un asalto exclusivamente naval para lograr ese objetivo. Los días 19 y  25 de febrero los fuertes exteriores turcos que custodiaban el paso al mar Egeo habían sido machacados por la artillería de los barcos aliados. El día18 de marzo una escuadra de 16 acorazados, compuesta por 12 unidades británicas y cuatro francesas del tipo predreadnought, más otros dos dreadnoghts ingleses, el Queen Elizabeth y el Invincible, irrumpió a través de los Dardanelos desafiando los campos de minas y las baterías móviles de los turcos en ambas orillas del estrecho. Les apoyaban un séquito de cruceros ligeros y destructores, un portahidroaviones y diez submarinos, así como 20 pesqueros reconvertidos en dragaminas. Estos se vieron hostigados por 32 obuses móviles turcos de 150 mm llegados como refuerzo. No obstante, las cosas parecían ir bien para la flota aliada, y se soñaba con alcanzar el mar de Mármara y finalmente Constantinopla; hasta que cayó en un diminuto campo de minas no detectado puesto que había sido fondeado muy poco tiempo antes por el minador turco Nousret

La mitad de los vulnerables navíos se hundió o quedó fuera de combate; especialmente trágico fue el naufragio del acorazado francés Bouvet en el que se ahogaron 620 hombres. A pesar del contratiempo Churchill, primer Lord del Almirantazgo y uno de los artífices del plan, se mostró favorable a insistir de nuevo al día siguiente, pero la aparición de un temporal que dificultaba la tarea de los barcos dragaminas y la convicción entre la mayoría de los jefes británicos, Kitchener incluido, de que sería preciso un desembarco de tropas para completar la acción hizo que se abandonara la tesis del asalto naval. Los rusos realizaron a principios de abril una demostración ante la entrada del mar Negro del otro estrecho, el Bósforo, con cinco acorazados y varios cruceros y destructores, teniendo que suspenderla al poco por la niebla y la actividad del crucero de batalla  Yavuz Sultan Selim (exGoeben alemán ), que hundió dos destructores rusos.

Entretanto, previendo el más que presumible asalto terrestre, el general alemán L. von Sanders fue destinado junto a 500 oficiales y soldados germanos para reforzar y reorganizar al 5º ejército turco encargado de la defensa de los Dardanelos., El almirante De Robeck, al mando de la flota aliada, notificó: " La península de Gallipolí se está fortificando a una velocidad desesperada. Miles de turcos trabajan toda la noche como castores, construyendo trincheras, reductos y alambradas de espinos. Es cierto que no hemos visto jamás a ninguno de ellos, pero al alba encontramos pruebas recientes de sus actividades nocturnas."

 FOTO. EL GENERAL ALEMAN LIMANS VON SANDERS, ENCARGADO DE APOYAR A LOS TURCOS .

El desembarco se emprendería en dos puntos: el extremo meridional de la península, en cabo Helles; y en Gaba Tepe, en el sector central. Pero las imprecisiones hicieron acto de presencia dese el primer momento aquel 25 de abril: los australianos y neozelandeses asignados a Gaba Tepe terminaron en Ari Bornu, un difícil segmento acantilado dos kilómetros más al norte, dominado por la cima del Chunuk Bair. Allí los turcos conducidos por M. Kemal, uno de los comandantes de división, se fortificaron apresurádamente y lograron alejar por poco a los australianos de la cima; no obstante estos lograron afianzarse en las laderas occidentales del Chunuk Bair. El general Birdwood, que estaba a cargo de esta parte del operativo aconsejó la evacuación inmediata a I. Hamilton, el comandante supremo que permanecía embarcado. Hamilton ordenó en cambio perseverar con la idea de que las fuerzas que simultáneamente desembarcaban en cabo Helles progresarían hacía el norte y terminarían uniéndose a los "Aussies", como por otra parte estaba originalmente previsto. En Helles la suerte había sido desigual; los ingleses consiguieron ocupar todas las playas previstas aunque en las denominadas en clave "V" y "W" se encontraron una viva resistencia artillera entre los escombros del fuerte de Sedd-ul-bahr por parte de grupos de turcos agazapados que habían sobrevivido a los bombardeos navales preliminares, como atestiguó el capitán ingles R. Willis: "Se diría que nos aproximábamos en nuestros botes a un lugar desierto. De pronto, ¡zas! El primer remero de mi bote cayó hacia delante, para asombro y enfado de sus camaradas y menudo pandemónium se lio cuando los soldados y los marineros trataban de huir de la repentina lluvia de balas que barría la playa y los botes, de un extremo a otro".

A pesar de las dificultades en Helles se logró consolidar la cabeza de playa pero fallaron la exploración y la determinación. Los objetivos inmediatos, la aldea de Krithia y los altos de Achi Baba estaban casi indefensos, con solamente unos pocos cientos de defensores en las primeras horas, pero se optó por enviar refuerzos a las playas "V" y "W" perdiéndose un tiempo precioso que los turcos aprovecharon para traer refuerzos desde Maidos ( donde estaban acampadas las reservas otomanas ) y distribuirlos en Krithia y Achi Baba. A partir del 29 de abril un oficial de la legación alemana, H. Kannengiesser, acaudilló la defensa allí. Entretanto un vigoroso ataque de 14.000 ingleses el 28 de abril contra Krithia les produjo 3.000 bajas sin progresos apreciables.

Verdaderamente la posibilidad para desbordar a los turcos de Gallipolí utilizando el factor sorpresa se había volatilizado, y los Aliados estaban atrapados en un frente muy estrecho y abrupto que favorecía a los que se mantuvieran a la defensiva. Con todo, los anglofranceses no arrojaron la toalla, y el 6 de mayo insistieron tozúdamente contra Achi Baba haciendo desplegarse a 25.000 hombres respaldados por fuego de artillería naval, solo para estrellarse contra los bastiones turcos. Un mes más tarde, entre el 4 y el 6 de junio se reanudó el intento con 30.000 infantes, que padecieron 6.500 bajas aliadas y 9.000 turcas... avanzando unos 200 metros en lo que se conoció como la II batalla de Krithia.

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