21.4.19

CONTINUA LA OFENSIVA DE LOS 100 DÍAS: BLANC MONT I PARTE

El objetivo era despejar la carretera París-Metz en torno a Reims. El 4º ejército francés había sido elegido para suprimir la amenaza que suponían los altos de Blanc Mont. Pero se consideraba que la moral de sus tropas era baja. El 16 de septiembre Petain solicitó el concurso de los norteamericanos para actuar como catalizadores de las acciones.

Pershing proporcionó la veterana 2º división mixta ( con elementos del ejército y con los marines de la 3º y 4º brigadas) y la recién creada 36º división, que no obstante era una formación poderosa de 16.000 hombres reclutados en Texas y Oklahoma, equipados generosamente con fusiles ametralladores BAR (Browning Automatic Rifle) M1917.

El 21 de septiembre se encontraron el comandante general John Lejeune de la 2º división y el general Gouraud, jefe del 4º ejército, en los cuarteles generales de este último. A Lejeune no le gustó el plan francés de fraccionar su división para utilizarla como refuerzos sueltos. Entretanto la ofensiva norteamericana en el vecino Argonne seguía estancada.
                         FOTO. EL GENERAL LEJEUNE

Frente a Blanc Mont, los franceses habían conseguido entre el 26 y el 30 de septiembre tomar Somme-Py, pero les faltaban los recursos necesarios para continuar ante la empecinada resistencia alemana.

El 29 de septiembre la 4º brigada de marines y la 29º  fueron desplazados a Suippes, a un día de marcha de Somme-Py. El 1 de octubre la 2º división norteamericana fue asignada al 21º cuerpo de ejército del general Naulin, que ya había colaborado con sus aliados transatlánticos durante los combates de Chateau-Thierry.

El 4º ejército francés estaba estructurado en siete cuerpos de ejército. Los norteamericanos fueron integrados en los cuerpos 11º y 21º para las operaciones de Blanc Mont. 

Respecto a los defensores alemanes, la disminución de efectivos era evidente. Por ejemplo del 235º regimiento, sus tres batallones constitutivos solo sumaban 600 hombres. Intentaban compensar esta deficiencia con el aumento de ametralladoras divisionales, unas 380 por esas fechas. Las tropas desplegadas pertenecían al III ejército, 12º cuerpo. Eran fundamentalmente las divisiones de infantería 200º y 213º, aparte de retales procedentes  de otras cinco divisiones. Su carácter era dual; el comandante general Von Hammerstein , responsable de la 213º división comentaba que a pesar del desgaste: “la moral de los hombres (…) es poco menos que excelente, y su salud satisfactoria”. En cambio, Von Below, de la 200º división explicaba: “los hombres están apáticos e indiferentes en un grado alarmante”.

Muchos de los perjuicios procedían del continuo intercambio de oficiales y reasignaciones a nivel de regimientos, batallones y hasta compañías. Las transferencias y las marchas constantes para compensar la escasez de hombres agotaban a las tropas.

Como se ha dicho antes, los franceses habían actuado a lo largo de finales de septiembre a lo largo del valle del río Py, recuperando Somme-Py. Hacia el este la 170º división de infantería francesa hacia el noreste de Somme-Py. En el centro, la 61º división de infantería estableció una línea regular en las afueras de la localidad. En cambio, al oeste la 21º división de infantería no había podido asegurar el cruce del Py, ni tampoco reducir el reducto alemán “Essen”, que dominaba el valle del Py.

El 1 de octubre la 170º división dominó parte de las trincheras denominadas “Von Fleck” y “Essen”, y estableció posiciones al sur del Bosque de los Pinos. También la 61º división actuó sobre ambas trincheras, pero nuevamente la 21º volvió a quedar frenada. Se transmitieron órdenes a la 2º división estadounidense para relevar a los exhaustos franceses, pero el proceso fue dificultoso por los problemas de transporte y de coordinación.

Durante la noche del 2 al 3 de octubre la 167º división francesa efectuó un relevo algo confuso más al norte al mismo tiempo que la 3º brigada norteamericana. La 170º división francesa se estiró hasta cubrir el este de Somme-Py.

Los bombardeos de hostigamiento alemán empezaron a las 1.00 horas de la madrugada del día 3, incrementándose a partir de las 5.00 horas. Para reforzar a la 3º brigada norteamericana se le habían asignado 35 tanques del 3º batallón de carros ligeros tipo Renault FT17 y otros 30 tanques del 2º batallón de carros ligeros.

A partir de las 5.55 horas entraron en acción para atacar el saliente “Essen” la 21º división de Giraud y la 4º brigada de marines en la izquierda, y una fuerza de fijación frente al Bosque de la Serpiente. La 3º brigada norteamericana cruzaba en esos momentos a través de la 170º división de infantería francesa para incorporarse a la lucha. Se emplearon proyectiles de humo para cubrir a los tanques de vanguardia. Consiguieron moverse lo suficientemente rápido como para asaltar la llamada cuesta “Sattelberg”. 

En el este la 3º brigada consiguió destruir un regimiento de la 203º división de infantería alemana y ocupar la colina “Tor”, además de algunos emplazamientos de artillería. Junto a ella, la 167º división francesa registró progresos hacia la línea ferroviaria Medeah-Orfeuil.

El movimiento de la 3º brigada giro entonces oblicuamente hacia la colina “Schlesier” lo que permitió copar al 235º regimiento de la 51º división de Reserva alemana, que comunicó: “ Necesitamos urgentemente asistencia. La línea de la colina Schlesier-granja de Medeah se ha perdido”. Hacia las 13.00 horas el coronel Von Hedebur informó que había cesado el contacto con sus regimientos. También había sido afectada la 2º brigada Jager de la 200º división alemana, cuyo cuartel general había sido asaltado a las 8.30 horas por los marines. 


Mientras la 4º brigada se enfrentaba a otro batallón del 235º regimiento alemán en las inmediaciones del Bosque de la Serpiente, y la 21º división francesa mantenía ocupada a la 20º división de infantería alemana, aunque sin lograr superar la tenaz resistencia de unos de sus batallones Landsturm, el “Koln”, compuesto de hombres mayores, que hostigaban con fuego de flanco la progresión de los marines.

Los tanques asignados a la 4º brigada aportaron algo de apoyo eliminando ametralladoras enemigas, aunque solo cuando consiguieron incorporarse a la infantería que les había adelantado al principio de la acción. Los miembros de la 3º brigada que habían salido a las 7.00 horas ni siquiera lograron conectar con su infantería avanzada. El golpe de mano emprendido por una compañía de marines para neutralizar el saliente “Essen” y su mortífero fuego de flanco tuvo un éxito parcial a las 11.00 horas, pero fue efímero, porque los franceses de la 21º división no consiguieron afianzarse allí y el enemigo lo recuperó al oscurecer. No obstante el grueso del 4º de marines mantenía su progresión. Hacia las 10.30 horas penetró en la cresta de Blanc Mont con enfrentamientos duros y confusos destruyendo en el proceso un batallón alemán que había sido agregado a la brigada Jäger de la 200º división. A las 9.20 horas el cuartel avanzado de la 213º división de infantería había sido neutralizado, después de que  un contraataque de su 74º regimiento fracasara. Mas o menos a esa hora varias unidades de la artillería de campo de la 2º división norteamericana empezaron a desplegarse en posiciones al norte de Somme-Py, junto con unidades de morteros de su misma nacionalidad de 155 mm, y unidades francesas de cañones de 120 mm.  


A las 9.30 horas los mandos alemanes locales ya eran plenamente conscientes de la gravedad de la situación y movieron efectivos desde los sectores vecinos, a veces avisados recurriendo a palomas mensajeras. Hacia las 13.00 reconquistaron el Sattelberg pero fueron desalojados a las pocas horas. El saliente “Essen” fue recuperado al atardecer, mientras que seguía combatiéndose con avances  y retrocesos muy disputados en Blanc Mont y la colina "Schlesier", aunque en general los alemanes fueron cediendo paulatinamente.

Los norteamericanos aprovecharon para hacer relevos y formar un frente irregular con varias aberturas entre los destacamentos. Para intentar asegurar todo el saliente (en esos momentos de una profundidad de 2 kilómetros y 2,5 kilómetros de base) la 170º división francesa fue enviada hacia el inseguro flanco izquierdo de los norteamericanos.

En algunos lugares de los altos quedaban pequeñas bolsas de alemanes que fueron despejadas a lo largo de la tarde noche. El soldado Brannen recordaba: “Arrojamos un par de granadas y cerca de 20 alemanes salieron de otra entrada a unos metros de distancia con los brazos en alto en gesto de rendición”.

En esa misma jornada el general Von Einem escribió en una carta familiar: Este es exactamente el punto de inflexión de la guerra, que esta absolutamente claro en nuestra mente, pero no es el caso de el Alto Mando del ejército alemán. Parece más preocupado observando el Sungdau, Lorena y Verdún; y solamente cuando nuestras tropas están deshechas nos proporciona otras nuevas”. Tal vez lo más preocupante de misivas como estas era el efecto de desánimo en los civiles que las recibían en la retaguardia.

Foch se mostró insatisfecho con el ritmo de la ofensiva: “Todos deben presionar hacia delante inmediatamente, sin vacilación. La brecha esta hecha, no se debe conceder tiempo al enemigo para sellarla”

Esa era precisamente la intención de los alemanes, pero los combates a gran escala que estaba entablando la 167º división de infantería francesa más al este utilizando gran cantidad de artillería y tanques, impedían reunir  las reservas germanas precisas con prontitud. De todos modos Von Nidda, encargado del XII cuerpo de ejército había establecido sus prioridades en la noche del 3 al 4 de octubre: los restos de la 200º división debían retener a toda costa los puntos que aún mantenía en los altos de Blanc Mont; la 51º división de infantería de Reserva tenía que contener la presión sobre la colina “Schlesier”. En retaguardia elementos de las 1º y 5º divisiones bávaras y la 7º división de infantería se concentrarían en la colina “Blodnitz” y la posición “Petersburg” para un contraataque, a la vez que ayudaban a sostener las posiciones vitales de Medeah y proteger la artillería superviviente. Pero el control de Von Nidda era incierto: la 200º división apenas disponía de 500 hombres e informó a las 22.47 horas que no podía atacar, a pesar del áspero intercambio de mensajes con el jefe de estado mayor del III ejército.


Durante la noche la 21º división francesa aseguró por fin la trinchera “Essen” aunque la posición del flanco occidental del saliente a cargo de la 2º división norteamericana seguía siendo precaria.

A partir de las 3.15 horas del 4 de octubre se sucedieron contraataques alemanes infructuosos, pero que convencieron a los norteamericanos que no podrían cumplir las exigencias de Foch de un avance constante. De hecho, necesitaban de exploración aérea en cuanto despuntara el día para poder situar exactamente  a las dispersas unidades de la 2º división. Varias incursiones alemanas en “Rucken” fueron repelidas justo antes del amanecer. Los aviones empezaron a sobrevolar la zona intensamente, con predominio inicial de los aparatos germanos en las primeras horas, aunque pronto fueron superados en número por la llegada de pilotos Aliados avanzado el día.

A las 14.30 Lejeune juzgó que por fin existían las condiciones para un avance importante. El esfuerzo se centró en las carreteras de St. Etienne a Orfeuil, en el sector de Medeah, pero sin demasiados frutos, puesto que un grave contratiempo alteró la situación: los alemanes recuperaron la colina “Schlesier” a las 19.00 horas. Al oeste del saliente las cosas marchaban mejor para Lejeune. Los marines habían asegurado “Rucken” y también la colina del Granadero, aunque la línea de combate se fragmentó todavía más.


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