9.11.14

LA PUGNA EN ÁFRICA ORIENTAL 1917

Las fuerzas británicas experimentaron una evidente expasión y africanización desde principios de 1917. Los Reales Fusileros Africanos pasaron de 13 batallones en enero a 20 batallones un mes más tarde, encuadrando unos 30.000 hombres. Al mismo tiempo, aumento la blanquización de los suboficiales, porque se pensaba que una mayor proporción de jefes blancos aumentaba la efectividad de las tropas nativas, buscando una relación de 1 blanco por cada 10 negros. Los problemas logísticos siguieron siendo un incordio para ambos bandos en 1917. En los campamentos británicos de Rufiji las raciones descendieron a la mitad. En buena medida, el abastecimiento también dependía de la proporción correcta de soldados respecto a porteadores, calculando una proporción de 1 a 4. Se llegó a movilizar hasta a 175.000 porteadores. A Lettow las cosa no le iban mejor respecto a los suministros. Hacia finales de enero solo le restaban 350 toneladas de cereales y las raciones fueron reducidas a un tercio. A pesar de ello su objetivo para 1917 era bastante ambicioso, retener el territorio al sur del Rufiji hasta que la cosecha madurase. Esta, en efecto, fue considerable pero las inundaciones hicieron dificil su reparto.

A. R. Hoskins habia sucedido a Smuts al mando de la campaña. Permaneció a la expectativa, al igual que Deventer, al norte del Rufiji. La iniciativa le correspondió a Northey, cuyas tropas habían sido menos afectadas por las enfermedades por operar en tierras altas. Dirigió a sus hombres sobre Iringa. Mientras, sus adversarios eran más activos. Wahle trataba de entorpecer las líneas de comunicaciones británicas con incursiones en Ruvuma. Los ingleses pidieron ayuda a los belgas ante la aproximación de los alemanes a Bismarckburg, a orillas del lago Tanganyka. A comienzos de abril el nuevo comandante belga, Huyghe acordó enviar a sus aliados 6.600 askaris, 600 europeos, y 18.000 porteadores, aunque pronto se comprobó que esas cifras no podrían alcanzarse. Era una ayuda muy oportuna, puesto que una partida de alemanes al mando de Naumann,  que había reemplazado a Wintgens, deambulaba hacia el norte, hacia el lago Victoria. A primeros de julio Naumann incluso planeó una incursión contra Kenya, aunque finalmente desistió de su expedición norteña y prefirió dar media vuelta e intentar reunirse con Lettow. Para  infiltrarse entre las posiciones enemigas subdividió su fuerza en 3 pequeñas columnas, efectuando de paso una incursión sobre Kahe el 29 de agosto. Había cumplido con creces su misión de distraer al enemigo, arrastrando a 6.000  valiososo hombres en su persecución,  aliviando así la presión sobre Lettow.

En Londres se fue extendiendo un sentimiento de fastidio ante la aparente pasividad de Hoskins y el consiguiente alargamiento de las operaciones. Hoskins se defendió señalando que Smuts había sido demasiado triunfalista en sus proclamas de victoria, puesto que las fuerzas alemanas seguían en pie. Le preocupaba la posibilidad de que Lettow atravesara el Ruvama y se internara en el el África Oriental Portuguesa, en Mozambique. decidió que la mejor estrategia era converger sobre Mahenge en el interior y copar al enemigo de una vez por todas contra la franja costera del sureste, impiéndole continuar con el juego de deslizamiento de columnas móviles.  Pero Hoskins no pudo materializar su plan, puesto que fue relevado del mando el 29 de mayo de 1917 y sustituido por Deventer, después de la presiones ejercidas por los sudafricanos sobre el jefe del estado mayor imperial, Robertson.

FOTO. EL GENERAL BOER  VAN DEVENTER ( SENTADO ). AL IGUAL QUE SMUTS Y BOTHA, ERA PARTIDARIO DE LA COLABORACIÓN CON EL IMPERIO BRITÁNICO.

Durante la segunda mitad de 1917, los combates se libraron esencialmente en torno a Kilwa y Lindi, con la preocupación constante de Lettow por mantener su ruta de escape al sur abierta.  Como Deventer sospechaba esa posibilidad se dirigió a Nahungu a finales de septiembre de 1917. Las escaramuzas se prodigaron aquellos días alrededor de las fuentes de agua potable. La existencia de matorral denso en la zona impedía un reconocimiento aéreo eficaz para señalar los movimientos alemanes, que a su vez padecían una creciente escasez de municiones, hasta el punto que tuvieron que recurrir a anticuados fusiles que usaban pólvora negra.

En octubre Deventer decidió marchar sobre Lindi. En cambio Lettow prefirió ignorarle y enfrentarse a Northey. Utilizando magistralmente sus líneas interiores para efectuar una sorpresiva concentración  presentó  abiertamente batalla en Mahiva, entre el 15 y el 19  de octubre. Allí los nigerianos de Northey, que sufrieron 2.700 bajas, fueron rotundamente derrotados. Las pérdidas alemanas fueron más leves, de  solo 600 hombres, pero el consumo de todas las balas de pólvora sin humo y el abandono de las  ametralladoras  comprometía futuras operaciones. Mientras tanto, en Mahenge, los belgas, que habían recurrido a 10.000 porteadores congoleños para mejorar su transporte, se enfrentaron  a una columna dirigida por Theodor Tafel. Este comandante prefirió evacuar la localidad,  tomada por los belgas el 9 de octubre, y marchó al sureste al encuentro de Lettow, infiltrándose entre las patrullas de  Northey y llegando a Newal el 15 de noviembre de 1917. Por desgracia para él, la gente de  Lettow ya había abandonado la zona.

En efecto, durante el verano un contingente alemán de 400 hombres dirigido  por Kraut había efectuado un reconocimiento en fuerza recorriendo el norte del Mozambique portugués. En una conferencia celebrada el 24 de octubre Schnee, Lettow y otros jefes discutieron que pasos debían dar. Schnee, desanimado por la pérdida de su gobernación, era partidario de capitular; en cambio el indómito general  subrayó que la propia supervivencia de las Schutztruppen representaba en si misma el verdadero poder del II Reich en Africa, y que debían invadir la vecina área portuguesa. Schnee cedió finalmente ante sus argumentos.

FOTO. SCHNEE ( IZQUIERDA ) Y LETTOW, EN UNA IMAGEN TOMADA DESPUÉS DE LA GUERRA

El núcleo de fuerzas  directamente mandandas por Schnee y Lettow ascendía entonces a 800 europeos y 5.500 askaris. Dejando atras a 1.500  mujeres y  heridos cruzaron el Ruvuma el 25 de noviembre abandonando la colonia e invadiendo el África Oriental Portuguesa. Este arriesgado movimiento fue posible por la tardía conjunción de las columnas británicas, que no se completó hasta el 11 de noviembre, demasiado tarde para atrapar a sus esquivos rivales. En cambio se apuntaron un premio menor con la capitulación de Tafel, al que Deventer acorraló al norte del Ruvuma el 28 de noviembre. los británicos  dieron por concluida la campaña de 1917, para reagruparse y esperar que pasasen las lluvias antes de perseguir a la gente de Lettow en el norte de Mozambique. Consecuentemente Deventer prescindió de los vapuleados nigerianos repatriándolos y se limitó a vigilar Nyasalandia y el sur de Tanganyka.

 Por su parte los portugueses estaban pasando una racha de problemas que les impedían actuar contra los incursores alemanes. Casi 10.000 hombres habían sido despachados por el gobierno de Lisboa a la colonia mozambiqueña a lo largo de 1917, pero su jefe, Tomas Sousa, nombrado en septiembre en reemplazo de Gil, no tenia experiencia en los asuntos africanos, y todavía peor, los nativos Makonde se habían sublevado en marzo de 1917 en las riberas del río Zambeze, donde sitiaron Tete. Buena parte de las energías de las tropas portuguesas se disiparon en sofocar la rebelión. No se recibió apenas apoyo británico, y las acosadas autoridades tuvieron que recurrir a medidas extremas, como dar carta blanca a 12.000 auxiliares de la tribu Ngoni para que saquearan los poblados de los Makonde, incluso esclavizando a mujeres y niños. A pesar de que los germanos podían haber fomentado movimientos similares entre las tribus septentrionales de los Lomue, Yao y Angoche, que los habían acogido hospitalariamente, se abstuvieron de hacerlo. En cuanto a la rebelión Makonde, tenía lugar en un escenario alejado cientos de kilómetros hacia el sur, y estaba en trance de ser sofocada cuando los alemanes entraron en Mozambique.

Lettow adoptó una estrategia más puramente guerrillera a partir de este momento renunciando a las ofensivas, puesto que la rápida concentración de fuerzas que había usado en el pasado era impracticable  en los senderos selváticos y las cortaduras abruptas de los valles de la región. Dividió sus exiguas fuerzas en tres columnas, reservándose el mando directo de una y entregando las otras a Wahle y Kohl.

2 comentarios:

Heitai dijo...

He leido todo el blog y debo reconocer, que con los datos expuestos, sumado a otra información disponible, la visión opaca que tenía sobre la 1GM se ha vuelto bastante más luminosa, y de esa forma se explica mejor todo lo que luego vino, pasando por la 2GM y la guerra fría... saludos, excelente blog.

Juan Schiller dijo...

Muchas gracias por su favorable opinión sobre esta página. Miobjetivo siempre ha sido mejorar los datos e informes disponibles sobre la PGM, y me alegra saber que en parte se esta cumpliendo. Pero aun queda mucho por explicar y divulgar.