1.5.07

AUGE Y CAIDA DE LA FLOTA ALEMANA DEL PACIFICO: CORONEL Y LAS MALVINAS. PRIMERA VICTORIA DE VON LETTOW: TANGA

Después de la arriesgada travesía desde China hasta la isla de Pascua, la escuadra alemana en el Pacífico ( en origen el escuadrón de Asia Oriental ) puso proa al litoral suramericano, exactamente a las costas chilenas que vislumbró el 30 de octubre. 

Advertido el almirante Von Spee de la presencia temporal del crucero ligero inglés Glasgow en el puerto chileno de Coronel, dirigió prestamente a sus buques a la caza del aparentemente solitario navío . Lo que él ignoraba era la presencia de una escuadra británica mandada por el contralmirante C. Cradock en las proximidades. Varias semanas antes, entre las medidas adoptadas por el Almirantazgo londinense para localizar y destruir a los corsarios alemanes de superficie, se había reunido una flotilla en las islas Malvinas compuesta por el anticuado y lento (12 nudos) acorazado Canopus, los cruceros acorazados Monmouth y Good Hope, y los ligeros Glasgow y Otranto. Cradock rebasó el cabo de Hornos con su agrupación dividida en dos grupos a lo largo del mes de octubre. Consternado, comprobó la reducida velocidad de su barco más potente, que haría imposible cualquier persecución de la agrupación alemana sin prescindir del engorroso Canopus. Por lo tanto Cradock prefirió destacarse con sus navíos rápidos. El 1 de noviembre ya sabemos que el Glasgow fue localizado por sus enemigos; a las 16.50 ambas formaciones se avistaron.
 
El contralmirante inglés, tal vez precipitadamente, aceptó el combate en unas condiciones algo desfavorables: los alemanes sumaban 16 piezas del calibre 210 mm, frente a dos de 234 mm y diez de 152 mm que sumaban el Good Hope y el Monmouth. Los buques ligeros de ambas flotillas llevaban piezas de 102 mm y alguna de 152 mm Velocidad ( 22 nudos ) y blindaje de las principales unidades eran parecidos.

Navegando en paralelo con rumbo sur, a las 18.20 los germanos abrieron fuego sobre la línea británica que resaltaba nítidamente a poniente, mientras que ellos mismos se enmascaraban en la grisácea costa chilena al este.

FOTO. EL CONTRALMIRANTE CRADOCK
Pronto los artilleros y apuntadores del Scharnhorst y el Gneisenau centraron a sus rivales, que se vieron envueltos en llamas y estallidos, aunque también los alemanes recibieron a bordo algunos proyectiles de 152 mm El intercambio de tiro continuó hasta las 19.23 cuando explotaron los pañoles de municiones del Good Hope que destrozado, naufragó. En la persecución de las unidades restantes, el Monmouth fue rematado por el crucero ligero Nurnberg a las 21.00. El  Glasgow y el Otranto consiguieron escapar al amparo de la noche.

El balance era un desastre para los ingleses: se habían perdido dos cruceros acorazados y 1.650 vidas, incluida la del contralmirante Cradock. Solo hubo dos heridos alemanes.
FOTO. EL CRUCERO ACORAZADO GOOD HOPE
El 3 de noviembre la satisfecha flotilla germana echo el ancla en Valparaíso, Chile, festejada por los numerosos ciudadanos alemanes residentes en el puerto. Al día siguiente, cumpliendo los convenios internacionales para puertos neutrales que fijaban un plazo de 24 horas de permanencia para barcos beligerantes, zarpó de regreso al océano con un nuevo proyecto a la vista, pasar al Atlántico sur. El 2 de diciembre Von Spee y sus marinos, después de varias escalas y de capturar tres cargueros aliados, contemplaban el canal de Beagle. Fue en aquellos días cuando el almirante y sus capitanes de navío decidieron asestar un golpe de mano contra las instalaciones de Port Stanley en las Malvinas, el único depósito carbonero y de bastimentos en poder de los británicos en aquellas meridionales latitudes. Esta decisión le costaría muy cara a Von Spee: los escarmentados dirigentes navales británicos, Fisher y  W. Churchill, habían despachado con máxima urgencia el 11 de noviembre desde Gran Bretaña a las Malvinas a los cruceros de batalla Inflexible e Invincible al tiempo que cubrían otras posibles rutas de los alemanes movilizando en diversos puntos del Atlántico ( Ciudad del Cabo, Sierra Leona  ) y del Caribe a otras 30 unidades de la Royal Navy.

Los 2 grandes cruceros de batalla fondearon en Port Stanley el 7 de diciembre donde coincidieron con los restos de la fuerza de Cradock y otros cruceros acorazados allí destacados. Se dispusieron a carbonear antes de proseguir viaje al Pacífico según lo meditado por el jefe de la agrupación, el almirante Sturdee. Precisamente con muy pocas horas de diferencia, en la amanecida del 8 de diciembre el Gneisenau y el Nurnberg se aproximaron a la isla Gran Malvina preparados para ejecutar el previsto bombardeo , aguardados a escasa distancia por sus confiados compañeros de travesía. El ataque a Port Stanley nunca tendría lugar, porque los alemanes fueron recibidos por el formidable fuego de los cañones de 305 mm e intentaron seguidamente retirarse, perseguidos al poco tiempo por la agrupación enemiga.

MAPA. LA BATALLA DE LAS MALVINAS: DRAMÁTICO PUNTO FINAL DE LA SINGLADURA DE VON SPEE


El Invincible y el Inflexible gracias a su mayor velocidad ( 26 nudos ) lograron alcance balístico sobre la flotilla germana al cabo de varias horas de vibrante persecución. Lo que vino a partir de las 12.55 fue una repetición del encuentro de Coronel pero a la inversa. Von Spee, comprendiendo que el final era inevitable, ordenó a las 13.20 a sus cruceros ligeros dispersarse y tratar de escapar, mientras el viraba con su buque insignia, el Scharnhorst y con el Gneisenau para enfrentarse directamente con los cruceros de batalla. El feroz intercambio artillero se prolongó hasta las 16.17, cuando zozobró el Scharnhorst con toda su tripulación incluido el mismo Von Spee. El Gneisenau le seguiría a las 18.02, machacado a quemarropa por las baterías de 305 mm del Inflexible.

El Nurnberg y el Leipzig, perseguidos a su vez por los cruceros acorazados Kent y Cornwall fueron aniquilados a lo largo de la tarde. Solamente el Dresden logró a duras penas huir hacia el cabo de Hornos al amparo de la oscuridad nocturna. Aparte de las naves perdidas, perecieron unos 2.000 marinos alemanes y 215 quedaron prisioneros, frente a 1 muerto y 7 heridos ingleses. El solitario Dresden del capitán Ludecke deambularía por los canales de la Patagonia chilena y el Pacífico hasta el 14 de marzo de 1915, cuando escaso de combustible y acorralado por varios cruceros ingleses en la isla de Juan Fernández terminó por autohundirse tras un breve combate, y sus 315 marineros supervivientes internados por las autoridades chilenas. De este modo concluía la trágica aventura de la escuadra alemana del Pacífico.

A miles de kilómetros de distancia, en el continente africano, se intensificaba la que sería más larga y encarnizada de todas las luchas coloniales. El África Oriental Alemana ( Tanganyka ) era el asentamiento más poblado y con más recursos materiales de todas las posesiones de Berlín. Aunque cercado por tierra,  era su alargada y vulnerable costa del océano Indico la ruta de agresión más inmediata, especialmente gracias al control que ejercían los británicos de la cercana isla de Zanzibar. Existía un motivo añadido para actuar sobre el litoral: la presencia amenazante del crucero ligero Köningsberg  que se mantenía al acecho del intenso tráfico mercante aliado en los canales del delta  del río Rufiji ( el 20 de septiembre efectuó un salida y hundió a un crucero ligero enemigo ), y que obligaba a una escuadra aliada de 25 naves a velar constantemente en esas aguas.



El 31 de octubre de 1914 llegó a Mombasa las tropas angloindias de  la Indian Expedicionary Force B (  IEF B ) del comandante general A. E.Aitken, con casi 8.000 efectivos. Conviene reseñar que las fuerzas comprometidas eran de segunda categoría. Uno de los oficiales¡, Richard Meinertzhagen, las describía duramente: " Son lo peor de la India, tiemblo al pensar lo que pueda pasar si encuentran una seria resistencia (...) los oficiales veteranos parecen más fósiles que líderes activos y enérgicos ".  Su propósito era que desembarcaran en el puerto de Tanga, al noreste del Tanganyka, y se expandieran por toda la colonia alemana más tarde, en coordinación con la llamada fuerza IEF C que avanzaría desde la frontera de Kenia hacía la localidad de Longino.

Así, a las 7.05 del 2 de noviembre de 1914 el crucero ligero británico Fox entró en el puerto de Tanga y entregó un ultimátum a los alemanes. El arrojado coronel Lettow-Vorbeck, que acaudillaba a los alemanes del Tanganyka reaccionó con presteza y el 4 de noviembre nueve compañías Schutztruppen  acudieron a enfrentar el desembarco usando el ferrocarril del Norte; este, como otras operaciones anfibias de los Aliados, adolecía de improvisación y de una lentitud exasperante en llevarse a término. El desembarco había comenzado el 3 de noviembre de madrugada, pero hasta la noche del 4 de noviembre Aitken no se decidió avanzar sobre Tanga.  Divididos en dos columnas, avanzando casi a ciegas a través de densas masas de vegetación y sin haber desembarcado su artillería, los angloindios entraron en Tanga,  continuamente hostigados por el fuego de ametralladora de las fuerzas de Lettow emboscadas en los matorrales,  provocando un gran desorden entre los asaltantes. El caos fue completo en la noche del 4 al 5 de noviembre, con los angloindios retrocediendo hacia la cabeza de playa y buscando el amparo de la artillería del crucero Fox. Las pérdidas de las tropas de Aitken fueron de unas 1.000 a 2.000 bajas ( hay discrepancias en las fuentes ). El general británico fue degradado al rango de coronel a media paga tras el fiasco.

En la retirada, los ingleses dejaron en manos enemigas un arsenal que vino a aliviar las perentorias necesidades de equipo de los hombres de Lettow: 455 fusiles, 8 ametralladoras operativas y más de 500.000 cartuchos.

El fallido asalto inglés a Tanga proporcionó un amplio respiro a Tanganyka,  puesto que las energías de las tropas coloniales aliadas se concentraron en la reducción de Camerún y Namibia, y porque en Londres era clarísima la negativa a distraer un solo soldado del ejército metropolitano en la considerada como menor campaña de África. Por otro lado, en Berlín se aclamó a la figura de Lettow, que empezó a convertirse en un símbolo de la resistencia alemana en África, y que hechos posteriores elevarían a la categoría de mito.

AMPLIACIÓN: LA ORGANIZACIÓN DE LA SCHUTZRUPPEN EN EL ÁFRICA ORIENTAL ALEMANA






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