El 14 de junio el Alto Mando Alemán preparó su su quinta ofensiva, a pesar de que los signos de agotamiento de sus tropas eran evidentes. La mayoría de los comandantes de ejército hubieran preferido retrasarla hasta haber restablecido las condiciones óptimas en sus tropas. En cambio, Wetzell, Hindenburg y los consejeros del káiser le dieron su beneplácito. El plan consistía en un ataque doble a ambos lados de Reims para mejorar las comunicaciones del 7º ejército entre el Aisne y el Marne. Por tanto, era una operación limitada desde su misma concepción. Aunque se incluyó posteriormente intentar dominar las alturas cercanas a la ciudad. El 7º ejército de Von Bohen tenía que atravesar el río Marne en dirección al este, hacía Epernay; cooperarían moviéndose hacia el oeste para completar la tenaza el 1º ejército de Von Mudra ( 14 divisiones) y el 3º de Von Einem (12 divisiones) apuntando hacia Epernay y Chalons sobre-el-Marne. Más tarde se debía lanzar una ofensiva mayor en Flandes, el viejo proyecto de Ludendorff. Sin embargo, la campaña era tan previsible que a lo largo del mes de junio se propaló su certeza, y cuando se desencadenó el 15 de julio la defensa francesa estaba más que dispuesta. La concentración de reservas enemigas contra el flanco del saliente alemán en el Marne estorbó aún más el proyecto.
El respaldo artillero era de 6350 cañones y 2200 morteros, a los que se unían hasta 900 aviones. El avance comenzó entre las 4.35 y 5.30 tras un bombardeo de cuatro horas. La infantería del 17º ejército de Von Boehn atravesó el Marne y el Garde en dirección a Dormans y Fere-Champenois. Un problema añadido fueron los vientos del sur que barrieron la capa de gas empleada en los bombardeos. Al anochecer los alemanes ocuparon una cabeza de puente de 5 kilómetros por 15 al sur del río, desde el valle de Surmelin hasta el pueblo de Pourcy. Pronto se vieron dañados por los bombarderos de la artillería y la aviación francesa. Al día siguiente estaban bloqueados por los ejércitos del 5º y 6º ejércitos franceses de Degoutte y Berthelot. Petain agregó para más seguridad al 9º ejército del general Mitry con nueve divisiones.
Mientras, al este de Reims, el dispositivo del general Gourard aguantaba la presión del 1º ejército de Von Mudra y el 3º de Von Einem, que trataban de llegar a Chalons-sobre-el-Marne. El fuerte de la Pompelle había caído, y los alemanes encontraron evacuadas las trincheras en las colinas de Haut y Cornillet. Cuando intentaron superar la segunda línea francesa, fueron neutralizados por el fuego combinado de ametralladoras y artillería. Los combates fueron especialmente duros en Perthes. Ludendorff dio la noche del 16 de julio la orden de cesar las operaciones. El coronel Mertz von Quirnheim, del departamento de operaciones del OHL trazó en su diario: " Estado de ánimo bastante deprimente. Difícil cuestión, ¿ que va a pasar a partir de ahora? (...) Estoy convencido de que este momento ni Ludendorff ni Wetzell saben que acción siguiente deben tomar" A continuación, Ludendorff se trasladó el día 17 a los cuarteles del príncipe Ruperto en Tournai para seguir preparando el soñado avance en Flandes, el plan Hagen.
Pero una llamada de teléfono desde Avesnes acabaría con sus proyectos. No habría una sexta carta para el "Gran Intendente" del ejército alemán.