19.4.07

LA PRIMERA BATALLA DE LOS LAGOS MASURIANOS. CONSOLIDACION ALEMANA FRENTE A RUSIA.

 Tras el rotundo éxito de Tannenberg la decisión se aproximaba en Prusia Oriental. Los jefes del 8º ejército alemán se propusieron aprovechar el impulso de la victoria con tres objetivos a la vista: explotar el momento psicológico tan favorable que vivían los soldados por el triunfo, expulsar completamente a los rusos de suelo nacional, y aliviar la delicada situación de los austro-húngaros en Galitzia distrayendo a parte de las fuerzas del Zar.

El balance era más parejo que en agosto de 1914, e incluso proporcionaba una ventaja numérica a los alemanes. Hindenburg y Luddendorff contaban con  215.000 hombres  en 16 divisiones de infantería y dos de caballería, engrosadas por refuerzos ( no solicitados por Hindenburg, por cierto ) procedentes del frente Oeste. Opuestos a ellos había 146.000 rusos bajo el mando de Rennenkampf en 14 divisiones y 3 de caballería . Los líderes alemanes sobrevaloraban las fuerzas enemigas, atribuyéndoles 20 divisiones.  Su principal preocupación era la posibilidad de un movimiento ruso en el área de Friedland para flanquear  la izquierda del 8º ejército.

Las intenciones rusas pueden seguirse por las conversaciones entre Oranovski, jefe del estado mayor del Frente Noroeste, con Rennenkampf y su jefe de estado mayor, el comandante Mileant sobre el peligro procedente de Lotzen. También intervino Zhilinski, subrayando la necesidad de preservar los pasillos de conveniencia entre Insterburg-Vilkaski, dejando a los restos del destrozado 2º ejército la tarea de proteger el bajo Narew. Es posible que esta actitud atrevida fuera alentada por las noticias sobre los éxitos en Lemberg conseguidos sobre los austro-húngaros. Por tanto, había esperanzas en continuar la ofensiva,  contando además con la afluencia de refuerzos para reconstruir el 2º ejército y el nuevo 10º ejército que se estaba creando en Osowiec, en la Polonia rusa.

Esta perspectiva dejaba poco margen de tiempo a los alemanes para que actuaran. Así que desde el 4 de septiembre Hindenburg y  Ludendorff  pusieron en marcha sus seis cuerpos de ejercito: XI, XX, I Cuerpo de la Reserva de la Guardia, I Cuerpo de Reserva, todos ellos al norte de los lagos Masurianos;  el XVII y I Cuerpos al sur de ellos. En cierto modo los planes de Hindneburg y Ludendorff  para anticiparse y aprovechar su temporal ventaja numérica eran un calco de la maniobra envolvente de Tannenberg. En el flanco derecho germano, insertado en los lagos Masurianos, los cuerpos de ejército de Francois debían infiltrarse a través de las líneas del 1º ejército ruso de Rennenkampf. Este, huérfano de apoyo desde la destrucción del 2º ejército en Tannenberg estaba principalmente acantonado frente a las defensas de la ciudad de Königsberg, a lo largo del ferrocarril que la unía con Insterburg.  
 FOTO. EL GENERAL RENNENKAMPF

El día 8 de septiembre fue atacada la línea rusa entre Wehlau y Angerburg, con poco éxito. En cambio al este del lago Spirding el primer cuerpo de ejército capturó Arys y Bialla.

Rennenkampf, que temía una hipotética salida de la guarnición de Königsberg, no había redistribuido a sus fuerzas para el giro germano en el sureste; el día 9 de septiembre se encontró con la desagradable perspectiva de sufrir el mismo destino que Samsonov apenas dos semanas antes. 

Ese mismo día siguiente un avance general del XVII cuerpo sobre Lotzen fue rechazado con elevadas pérdidas, pero el I cuerpo procedente del sureste consiguió rodear a los defensores rusos provocando su retirada. En conjunto los cuerpos I y XVII de Francois habían conseguido la ruptura de las posiciones rusas  en torno al nudo ferroviario de Lötzen, tomando miles de prisioneros y 60 cañones.

 La perdida de Lyck el día 10 de septiembre amenazó claramente de envolvimiento al flanco izquierdo ruso. Con todo, algunas torpezas de los alemanes  ayudaron al 1º ejército ruso a eludir el grave peligro en el que se hallaba. La caballería alemana no consiguió desplazarse al compás de las fuerzas de Francois en la pantanosa comarca.

En esas condiciones, Rennenkampf ordenó abandonar las líneas de Wehlau-Angerburg y contragolpeó sobre el movimiento alemán sobre Goldap para ralentizarlo. La retirada rusa se realizó en perfecto orden. Como indicó Ludendorff al descubrir el repliegue enemigo: “ Se ha obtenido un gran éxito pero el ejército ruso aún no ha sido derrotado” 

A partir de entonces siguieron maniobras de persecución para intentar copar al 1º ejército ruso, pero este las eludió sosteniendo enérgicas acciones de retaguardia en la vecindad de Angerburg. Estas acciones alarmaron a Ludendorff,  que redirigió desde el nordeste al norte al XVII y al I cuerpos. De todos modos el ánimo de Rennenkampf y sus hombres estaba quebrantado: retrocedieron hacia Gumbinnen la jornada del 9 de septiembre, y los días 11 y 12 de septiembre terminaron por repasar la frontera, al resguardo de los puestos fortificados en el río Niemen, ya en territorio ruso. Se estima que las bajas alemanas fueron de unos 40.000 hombres y las rusas en torno a los 100.000 efectivos.

MAPA. LA BATALLA DE LOS LAGOS MASURIANOS.




Así concluía miserablemente el vasto plan de avance ideado por los rusos en la preguerra, en circunstancias mucho más dramáticas que el paralelo frenazo sufrido por los alemanes en el Marne. Los rusos habían perdido en toda la campaña de Prusia Oriental 300.000 hombres entre muertos, heridos graves y prisioneros. Las diezmadas unidades supervivientes abandonaron el suelo enemigo y la Polonia y Lituania rusas quedaban expuestas. Nuevamente, las tradicionales tácticas ofensivas quedaban en entredicho ante la superioridad que mostraban los defensores de cualquier nacionalidad; los cambios técnicos en el arte de la guerra parecían favorecerles.

Otra consecuencia fue el ascenso de la estrella de Hindenburg y Ludendorff, que refulgía fuerte desde Tannenberg y que ahora encontraba su confirmación con la renovación del éxito. La imagen marcial y grandilocuente de Hindenburg fue promocionada cuidadosamente mientras Ludendoff permanecía en segundo plano con el papel de eminencia gris del "equipo oriental".


FOTO. EL GENERAL FRANCOIS, QUE PARTICIPO EN TANNENBERG, Y MANDÓ EL ALA DERECHA ALEMANA EN LOS LAGOS MASURIANOS.

A pesar de todo la Stavka no daba su brazo a torcer y contando con sus inmensos recursos humanos seguía planeando penetrar en territorio alemán, esta vez más al sur, apuntando a la cuenca carbonífera e industrial de la Alta Silesia. Hindenburg había constituido en la zona un nuevo ejército, el 9º, agrupando a 19 divisiones, con reclutas recién salidos de los campamentos de instrucción y algunos veteranos transferidos de Prusia Oriental.


Apercibidos de las intenciones rusas y confiados en la competencia de oficiales, soldados y material propios Hindenburg y Ludendorff decidieron anticiparse a la jugada de sus contrarios y desencadenaron su propia ofensiva en Polonia el 9 de octubre, que les llevo a las proximidades de Varsovia el 12 del mismo mes. Los rusos, amparándose en su superioridad numérica en el sector (unas 60 divisiones) pronto frenaron la progresión de los germanos y les obligaron a retroceder hasta Chestokowa. Pero la maniobra había frustrado las ambiciones rusas y la retirada parcial fue perfectamente ejecutada por los generales alemanes.

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